top of page

Herido Pero Aún Caminando

  • P. Jorel
  • 4 dic 2020
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 11 abr 2023


Luego de vivir y experimentar lo inimaginable, puedo decirte con certeza absoluta que el tiempo NO cura las heridas. Solo una mente y un corazón dispuestos a ser sanados (por amor propio) te levantará de las cenizas para encontrar alivio al sufrimiento.


Hay épocas de tristeza. Épocas de ira. Épocas de tranquilidad, épocas de esperanza. Pero no siempre suceden unas u otras de manera predecible. Por lo menos no para quienes hemos vivido crisis extremas.


En la vida de cada persona, los inviernos y las primaveras se mezclan de manera confusa. Me encuentro en una región donde el clima cambia bruscamente, puedo ver cómo un día las nubes se han despejado, pero al pasar unos minutos las vuelvo a ver y todo nuevamente es nublado, frío y oscuro. Así mismo es la vida, sonreímos en un momento dado, y horas más tarde nos brotan lágrimas. Es verdad que así como podemos dar dos pasos adelante, también podemos dar uno o dos pasos hacia atrás. Sin embargo, cuando se tiene fe en que llegará la época de deshielo, los vientos invernales parecen perder fuerza.


A veces las cosas no siempre resultan como planeamos, de hecho, la mayoría no han salido bien, pero aunque todo me salga mal, aunque los infortunios me lluevan, puedo declarar "creo en Ti Eterno Dios y sé que me amas". Aunque todo parezca fatalidad, aunque parezca que solo el absurdo manda en el mundo y vea a los hombres ser injustos y odiar, y a los niños llorar, y a la deslealtad triunfar y a los buenos fracasar; aunque la tristeza reine y haya sido degollada la paloma de la paz, aunque sienta ganas de morir… declaro que creo y me entrego a Ti Todopoderoso. Sin ti, ¿qué sentido tiene la vida?, Tú eres la Vida Eterna.


He aprendido que necesitamos paciencia para aceptar el hecho de que con grandes esfuerzos habrá pequeños resultados. Nunca pensé que la paciencia al fin y al cabo es es un instrumento de espera que revelará a las personas tal como son y a la realidad tal como es. Los que estaban junto a tí ahora ya no están, te abandonaron; o simplemente evadieron su responsabilidad para buscar su propio beneficio aún sabiendo lo que hiciste por ellos. Qué duro y qué dificil es aceptar la realidad; pero que gratificante es despejar el entorno y el ambiente para aceptar con paz lo inesperado.

Para qué quemar energías inútilmente por sucesos que están consumados o por cosas que no pueden alterarse un milímetro. Fue el Padre que lo permitió todo; para el todo es posible, pudo haberlo evitado o detenido; si los hechos se consumaron fue porque el Padre lo permitió. ¿Por qué lo permitió? ¿Para qué hacerse preguntas que no van a recibir respuestas? Prefiero hacer un homenaje de mi silencio a Dios.


Solo sé una cosa: que Él lo sabe todo y nosotros no sabemos nada. Sé que Él me ama, lo que él permite, es lo mejor para mí. Cierro la boca y acepto en silencio y en paz todos y cada uno de los acontecimientos que, en su día, me hicieron sufrir tanto. Hágase Tu voluntad, Padre mío, yo me abandono en ti, en tus brazos en busca de amor, de consuelo y protección.


La vida se nos ha dado para ser felices y hacer felices. Haremos felices en la medida que seamos felices. El Padre nos puso en un jardín. Somos nosotros los que transformamos el jardín en valle de lágrimas con decisiones desacertadas, con nuestra falta de fe, de amor y sabiduría.


Ahora entiendo que… lo que puede parecer cruel, puede ser en el fondo, una actitud de misericordia de parte del Padre ¿Qué sabemos nosotros? ¿Posiblemente podría haber sucedido cosas peores? no lo sé, mi certeza absoluta es que Él tiene el control de todo.


Si tuviera la perspectiva de eternidad del Padre (para Él no hay pasado, presente o futuro), todas las cosas adversas que nos suceden cada día les abríamos que considerar como cariños especiales del Padre para con nosotros sus hijos, y todo para liberar, sanar, despertar, purificar…


He aprendido a abandonarme en Dios. Abandonarse en Dios es vivir en alto voltaje la fe pura y el amor. No hay analgésico tan eficaz como el abandono en las penas de la vida; el abandono es la ruta más rápida y segura de toda liberación. El abandono es tirarse en las manos de Dios y depender como un bebé en las manos del Padre. Si tiene remedio ¿Por qué lamentarse? Si no tiene remedio ¿Por qué lamentarse?


¿Por qué las cosas cambian? Porque todo en el universo está en constante cambio, nada es estático, eso es lo natural. Si todo es transitorio y todo está en perfecto movimiento estoy seguro de que mañana será mejor, pasará la sequedad, vendrán tiempos mejores.


Jesús gracias por estar siempre junto a mí, confío en Ti… Jesús, misericordia… Espíritu Santo, dame la fuerza física, mental y espiritual que requiero, me entrego a Ti. Gracias Padre mío por haberme escuchado y por haber escuchado a mis seres queridos. Nuestro clamor está en tus manos y será en mi momento, será en tu tiempo. Todo lo que he vivido lo asumo con valentía, hombría, dignidad y paz; con Jesús y cómo Jesús.


Entiendo ahora de mejor manera que el amor de Dios y de los seres amados es la más poderosa arma espiritual que nos ha sido dada para restaurar todo tipo de herida. Gracias al amor de mi hija, de mis padres, de mis hermanos y de verdaderos amigos puedo ver la vida desde una perspectiva diferente. Muerto o vivo, triste o feliz, el amor me cuida, me mira, me tiende la mano aunque yo no sienta en mi piel su caricia. Me dé cuenta o no, todo cuanto se extiende a mi vista es un regalo del Padre y las cosas son hermosas.


Solo Dios es Señor del universo y autor del Reino. Todo es Dios, todo es gracia, nadie merece nada, Dios sea todo. Toda la gloria solo a Dios.


Si has llegado hasta este punto, te pido y te ruego que no te rindas: la historia continúa, la carrera aún no termina, cada día un round más, sigue golpeando, sigue luchando, sigue creyendo. ¡Ánimo y adelante siempre!!!!


by JPCS








Comments


SUBSCRIBETE:

Gracias por suscribirte. Pronto recibirás nuestras noticias

© 2020 by Kalel. Proudly created with AHAVAH

bottom of page