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  • Foto del escritorHannah S.

Balanzas descalibradas y pesos falsos


Sin duda el caso de Juliana Campoverde es un gran ejemplo del absurdo legal y de la injusticia. ¿Por qué? Simplemente por la ineptitud e incapacidad de la Fiscalía y policía para investigar, y por su puesto por la cobardía y corrupción de los jueces para tomar decisiones justas conforme a la ley ecuatoriana.


Tal y como menciona Pamela Chiriboga, asesora legal de Inredh y que defiende/asesora a Elizabeth Rodriguez (madre de Juliana): este caso "resulta ser sui generis en su clase, justamente porque responde a la naturaleza única de la sentencia del caso de Juliana Campoverde". Es "una sentencia que marca un antes y después en la judicialización". Lo que quiere decir en palabras sencillas es que este caso y su sentencia es absurda, que no tiene sentido, que NO corresponde a la ley del Ecuador y se encuentra fuera de los límites del sentido común.


Aunque ya hemos descrito a detalle el absurdo legal de este caso en el artículo "lo absurdo en carne y hueso", en esta ocasión de manera puntual presentamos tres puntos claves del por qué la ley ecuatoriana (en su totalidad) declara a Jonathan Carrillo inocente.


1. Nunca hubo un secuestro. No hay testigos, no hay evidencias, no hay pruebas. Lo que existe es un registro telefónico en donde se evidencia que Juliana andaba siempre

con un teléfono defectuoso de batería y casi siempre sin saldo y para suplir esta necesidad acostumbraba a cambiar el chip de su teléfono cada vez que requería comunicarse.


2. Nunca hubo extorsión. No hay testigos, no hay evidencias, no hay pruebas. Nadie obligó a Juliana a hacer actos que estén fuera de su voluntad o que vayan en contra de su integridad con violencia o intimidación. Lo que si existe es un registro de chat en donde se evidencia los vacíos psicológicos de Juliana, el maltrato familiar que sufría y los deseos de una mujer que anhelaba huir de su hogar.


3. Nunca hubo una muerte. No hay testigos, no hay evidencias, no hay pruebas, ni siquiera tienen un cuerpo. Si existe la muerte de una persona, por lo menos debe existir el cuerpo con la respectiva autopsia, acta de defunción, funeral, entierro, etc. Pero en este caso no existe absolutamente nada de lo anterior y peor aún hasta el día de hoy siguen buscando a Juliana.


Entonces planteamos la siguiente pregunta: ¿por qué condenaron a Jonathan? Respondo: Porque en una sociedad como la ecuatoriana la ineptitud, la incapacidad, la corrupción y la falta de ética son premiadas y la injusticia se cubre con paños húmedos para justificar las actuaciones de funcionarios incapaces.


Partiendo de la base de que en el Ecuador y en el mundo civilizado NO se permite la autoincriminación, la balanza de la justicia se descalibró cuando el abogado defensor Paul Ocaña, vendió su alma al diablo tratando de hacerse el héroe con la familia de Juliana y para congraciarse con el Estado (para que no bloqueen sus casos) induciendo a Jonathan a suscribir con la Fiscalía un acuerdo de colaboración eficaz para que entre en el sistema de víctimas y testigos por las amenazas de muerte que sufrió él y toda su familia.


Sin embargo, todo esto se fue abajo cuando la fiscal Mayra Soria en su incapacidad incumplió el acuerdo cuando lo hizo público y no pudo dar respuesta a sus superiores porque nunca dio con el paradero de Juliana y los huesos de perro que encontraron los hicieron pasar como si fueran de humanos. Es por aquello que todas las pruebas de ADN que realizaron salieron negativas.


Hay muchos detalles que se desconocen y que sirvieron como pesos falsos para descalibrar a un más la balanza de la justicia. Por ejemplo, aunque la fiscal Mayra Soria quiso demostrar que Jonathan NO era pastor, TODO el mundo conocía su trayectoria en el cristianismo. Trabajó por más de 18 años en este medio y dejó un legado de congresos y conciertos con los más renombrados conferenciantes y artistas cristianos. Cabe indicar que Jonathan y toda su familia nunca vivieron de la iglesia. TODOS son profesionales y Jonathan fue pastor asistente (sin ningún tipo de ofrenda/remuneración), es ingeniero de la Escuela Politécnica Nacional con una maestría en Gestión de Tecnología. (Graduado con honores). Trabajó para la empresa privada, para el Gobierno, fue catedrático universitario y empresario.

Por su puesto, lo anterior la fiscalía y medios de comunicación que apoyan Elizabeth Rodríguez no lo publican y no lo hacen público porque así la historia no vende, no es morbosa, no es amarillista. No es lo mismo que acusen a un ingeniero (o a un Master) que a un pastor evangélico por un delito que hasta ahora no han podido resolver.


En vista de que Elizabeth Rodríguez y la gente que la apoya tienden a nombrar a Dios en sus publicaciones (sería mejor decir "dios"), es importante hacerles conocer que el Dios de Israel al que tratan de nombrar aborrece las balanzas descalibradas y pesos falsos (Proverbios 20:10). ¿Será por esto que Juliana no aparece? Será que por esto la fiscal Soria (aunque premiada por su ineptitud como asesora por encarcelar a un inocente) sigue atada a este caso que no puede resolver. Será por esto que las frustraciones y odio que tiene la madre de Juliana hacia la vida no puede parar porque se refleja a sí misma como una asesina de inocentes cuando se practicaba abortos.


No hay duda del principio universal de la siembra y la cosecha. Descalibraron la balanza y utilizaron pesos falsos con tal de congraciarse y conseguir una condena absurda como sea posible. Mayra Soria, Paul Ocaña, Elizabeth Rodríguez, Ramiro García, Pamela Chiriboga, Gabriela Flores, Absalón Campoverde, jueces y todos quienes participaron en la siembra de esta injusticia verán una cosecha grande y abundante en este mismo sentido. Solo el tiempo determinará lo que les corresponderá a cada uno de ellos.


¿Será por esto que Juliana no aparece? Ahora solo tú tienes la respuesta.



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