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  • Foto del escritorHannah S.

Juliana Campoverde al Desnudo Parte 1: El velo del engaño


¿Dónde está Juliana Campoverde? Todos lo quieren saber. ¿Tenía una doble vida? ¿Por qué abandonó su hogar?


Toda historia tiene un comienzo, un contexto, un génesis; y hoy te invito a conocer por qué Juliana Campoverde tenía una doble vida y por qué abandonó su hogar; y de seguro al final de este artículo podrás deducir por qué a Juliana no le interesa regresar, aunque un inocente se encuentre bajo las rejas.

No cabe duda que nuestros tiempos están atravesando por una crisis de verdad, nos debatimos entre decir la verdad o maquillar un poco un asunto, por lo que quiero empezar con esta leyenda para que nuestros ojos y mente se abran y nos demos cuenta cómo opera la mentira:


"Un día la verdad y la mentita se cruzaron.

–Buen día –dijo la mentira.

–Buenos días –contestó la verdad.

–Hermoso día –dijo la mentira.

Entonces la verdad se asomó para ver si era cierto. Lo era. 

–Hermoso día –dijo entonces la verdad.

–Aún más hermoso está el lago –dijo la mentira.

Entonces la verdad miró hacia el lago y vio que la mentira decía la verdad y asintió. Corrió la mentira hacia el lago y dijo:

–El agua está aún más hermosa. Nademos.

La verdad tocó el agua con sus dedos y realmente estaba hermosa y confió en la mentira. Ambas se quitaron la ropa y nadaron tranquilas. Un rato después salió la mentira, se vistió con las ropas de verdad y se fue. La verdad incapaz de vestirse con las ropas de la mentira comenzó a caminar sin ropas y todos se horrorizaban al verla. 

¡Es así como aún hoy en día la gente prefiere aceptar la mentira disfrazada de verdad y no la verdad al desnudo.!


En el caso de Juliana Campoverde las mentiras disfrazadas de verdad y la victimización de la madre y de los familiares de Juliana es lo que llama la atención sobre todo a quienes los conocen realmente y saben que responsabilizan erróneamente a otras personas. Esta es la base de la victimización.


Todo el teatro y rasgadura de vestiduras de la madre de Juliana es un show de victimismo. Es un trastorno paranoide de la personalidad de Elizabeth Rodríguez.


Es por aquello que hoy la verdad se expondrá al desnudo, no para ofender o atacar, sino para desmaquillar las caretas de varios hechos y actores que hasta el día de hoy se encontraban ocultos y que son revelados por las investigaciones de más de 10 Fiscales y del entorno más íntimo de Juliana.


¿Quién ocultó la verdad? ¿Por qué ocultar la verdad? ¿Qué se esconde para no querer asumir su responsabilidad? ¿Por qué estas personas se están victimizando a sí mismas y no se sienten responsables? Bueno, aquí un breve relato para contestar éstas y otras inquietudes.


¿Estás listo? Empecemos:


CAPITULO I: SUS PADRES

Absalón Campoverde

Juliana fue concebida cuando su madre, Elizabeth Rodríguez bordeaba los 17 años. La embarazó Absalón Campoverde, quien en ese tiempo era su profesor de secundaria de un pequeño pueblo en la provincia de Zamora. Aunque Absalón Campoverde es un hombre mucho mayor a Elizabeth Rodríguez, una vez más actuó irresponsablemente y la embarazó otra vez; la maltrató física y psicológicamente y luego la abandonó con dos niños pequeños a su cargo, Juliana y Ronny

 

Elizabeth Rodríguez

Bajo estas circunstancias ahora se puede entender (pero no justificar) el odio, los traumas y la frustración que Elizabeth Rodríguez tiene hacia los hombres por los abusos que sufrió. Sus hijos crecieron sin la presencia paternal y bajo la despreocupación de la madre, a tal punto que Juliana, siendo una adolescente era representante de sus hermanos en la escuela y el colegio.


Los amigos más íntimos de Juliana aseguran que nunca conocieron a su padre, Absalón Campoverde, hasta que se postuló como Asambleísta (aprovechando el caso de su hija que desde el 2012 se investigaba). Hoy ocupa un puesto en la Asamblea por la provincia de Zamora y sus actuaciones no han tenido ni pena ni gloria (es por eso que tal vez ni siquiera has escuchado su nombre), ya que es uno más de aquellos que llegan sin preparación académica y méritos a ocupar un cargo público.


Algo que es triste y llama mucho la atención es que Absalón Campoverde nunca trató a Juliana realmente como a su hija, de hecho, como aseguran sus amigas, incluso negaba ser su padre, por “la fama” que tenía su madre cuando vivían en su pueblo.


Luego de un tiempo de varias parejas, en la vida de Juliana aparece William Parrales, su padrastro, un montubio que apenas terminó la escuela y pasó hacer una carga más en la familia, siendo “el mantenido” de mamá, tal como lo expresaba Juliana en su entorno más íntimo.


Siguiendo la línea psicológica de Elizabeth Rodríguez, no nos llama la atención que haya buscado un hombre sencillo y sin criterio para que dependiera de ella. Tal y como lo menciona en varias publicaciones en su muro de Facebook, para Elizabeth no debería existir una sociedad patriarcal, revelando la frustración y las agresiones de los hombres que pasaron por su vida. 


En este punto, la ausencia del padre de Juliana y el descuido de su madre abrieron una profunda herida emocional y vacío que Juliana trató de llenar aunque fue muy difícil de borrar.


CAPITULO II: SUS HERMANOS

Ronny Campoverde

Juliana tiene dos hermanos, Ronny Campoverde y un niño de menor de edad, hijo de Parrales. De Ronny hay muchas historias de carácter público y muchas de ellas son de “terror”. Ronny es el típico “muchacho” desviado mentalmente y con complejos físicos que lo hacen comportar como un niño aunque ya sea un adulto. Es de conocimiento público su adicción a las drogas y el tratamiento que hizo en el exterior (por que ahora papá es asambleísta). 



El hijo de Margoth Rodríguez y Ronny

Las agresiones que Ronny propinaba a su madre, los robos en las casas de sus amigos y los abusos sexuales que cometía al hijo menor de su tía Margoth, son algunas de las “friegas” con las que Juliana tenía que tratar, y no solo eso, sino también el “amor” que Ronny la tenía; la amaba tanto que a Ronny le encantaba escuchar el sonido de la ducha cuando Juliana se bañaba y esperar el menor descuido para verla desnuda o duchándose


Sin duda hablamos de un pobre ser humano con traumas y psicosis que tienen origen en el abandono y la ausencia paternal y en el descuido maternal, que no se justifican de ninguna manera. Elizabeth, su madre, debería estar pendiente de este pobre hombre, así como lo hace cuando sale a las calles a gritar por una causa totalmente viciada.


CAPITULO III: SUS TÍAS


Las hermanas de Elizabeth Rodríguez sin duda influenciaron en la vida de Juliana. Mujeres maltratadas, abandonadas y abusadas que se aprovechaban de Juliana los fines de semana para “encargar” a sus hijos. Inclusive uno de sus primos que no tenía padre tuvo que vivir de casa en casa cuando su madre lo abandonó cuando emprendió un viaje a Europa.


Ahora comprendo de mejor manera el comportamiento de estas mujeres, cuando se expresan en las redes sociales o salen a las calles con piedras y palos para “supuestamente” buscar justicia. Sin duda los traumas que les proporcionó la vida hacen que estas mujeres pasen de la vulgaridad a la poca vergüenza.


CAPITULO IV: EL CHOQUE Y LA AGONÍA DEL ENGAÑO


Frente a todos estos abusos y abandonos que Juliana sufrió por toda su familia, ¿Cómo se protegió? A pesar de todas estas adversidades, Juliana encontró refugio en Oasis de Esperanza, una Iglesia Cristiana reconocida por Ministros locales e internacionales por las actividades y labores sociales que desarrollan sus pastores. 


Juliana asistió a esta iglesia con su madre durante 10 años, tiempo en el cual Juliana aprendió a desarrollarse personalmente, fue parte del grupo musical y durante ese tiempo aparentemente encontró paz espiritual. Allí aprendió enfrentar y a superar los momentos duros que la vida le otorgó, hasta que Elizabeth Rodríguez decidió dejar esta comunidad por los fracasos de su nuevo matrimonio y por la frustración de ver un escenario en su vida que no podía y no ha podido superar.


Ahora Elizabeth Rodríguez persigue a esta iglesia que cuidó y consoló a Juliana cuando estaba sola y atravesaba todas las penurias anteriormente descritas. En sus momentos más difíciles los miembros de esta iglesia siempre estuvieron prestos para auxiliar y ayudar a estas mujeres, hasta que ambas dejaron esta comunidad.


Es allí cuando Juliana dejó de creer en su madre, y Juliana siendo mayor de edad decidió tomar sus propias decisiones, y con un mensaje comunicó a su madre y a sus familiares que resuelve hacer su propia vida lejos de ellos. Incluso lo publicó en Facebook. Más de 10 fiscales investigaron el origen de estos mensajes y obviamente no incriminaba a nadie, sino a la propia familia de Juliana que ocultaba información.

Es tal el asedio de Elizabeth a la iglesia cristiana (en general) que hasta en sus redes sociales y declaraciones incita al odio y al anticristianismo.


No hay duda que los cambios en la vida personal, profesional, familiar y espiritual de un ser humano dependen de cada individuo que anhela un progreso y desarrollo en su vida. Si en diez años Elizabeth Rodríguez no aprendió absolutamente nada acerca de la fe que profesaba, ¿de quién es la culpa?, o tal vez ¿solamente asistía a la congregación porque siempre encontró ayuda gratuita y al instante? ¿o porque cuidaban de Juliana cuando la abandonaba


Las respuestas a estas inquietudes y a muchas otras Elizabeth Rodríguez lo sabe y es por aquello que lo más fácil es culpar a otros de sus desgracias y no asumir su responsabilidad. Agentes, policías, fiscales y otros saben que Elizabeth ocultó y oculta información relevante a tal punto que el único recurso cobarde que adoptó fue vestir a la mentira de verdad.


CAPITULO V: ¡HIPÓCRITAS! Fingir lo que uno no es, es ser hipócrita y poco creíble.


Todo este tiempo Elizabeth Rodríguez y Absalón Campoverde nos han engañado. Ahora resulta que son padres ejemplares porque buscan a su hija cuando son víctimas de sus propios errores y pecados, ¡hipócritas! Cuando tuvieron a Juliana su lado nunca la supieron apreciar y dar el cariño que necesitaba y es aquello que carcome sus conciencias y lo más fácil es culpar a otros de sus faltas y deslices.


Ahora su hermano Rony ruega por su hermana, ¡hipócrita! Cuántas veces viste llorar a Juliana porque la hiciste sufrir, con tu comportamiento desviado y agresivo.


Ahora sus tías salen a las calles por su sobrina, ¡hipócritas! Cuántas veces Juliana les pidió ayuda y nunca la escucharon. Nunca la tomaron en serio cuando ella misma se describía como la ama de casa de mamá.


Elizabeth Rodríguez ahora clama que el Estado y la iglesia evangélica responda, ¡hipócrita! No recuerda que la iglesia que tanto persigue la ayudó a Juliana a superarse y la soportó a ella por 10 años, ¿acaso la iglesia evangélica tiene que ser responsable de los errores y descuido de los padres hacia los hijos? ¿Acaso el Estado no ha manipulado la justicia para condenar a un inocente? ¡hipócrita!


Absalón Campoverde dice ser asambleísta, ¡hipócrita! Hasta ahora no ha hecho nada relevante por la gente de la provincia de Zamora que le regaló el voto, sino más bien se ha dedicado a mover las piezas necesarias para manipular a funcionarios públicos y jueces para conseguir a como dé lugar una condena aunque que ésta esté fuera de la normativa y de leyes ecuatorianas.


¡Seamos sinceros con nosotros mismos! ¿Prefieres aceptar la mentira disfrazada de verdad y no la verdad al desnudo? Sin duda con todos estos antecedentes, cualquier ser humano hubiera preferido buscar una nueva vida y eso es lo que hizo Juliana.


¿Por qué Juliana decidió no regresar?


Tú tienes la respuesta en tus manos y en tu corazón. También lo tienen los más de 10 Fiscales que investigaron el caso por más de 6 años, porque ellos fueron quienes descubrieron todo lo mencionado anteriormente y se dieron cuenta de cómo Elizabeth Rodríguez y su familia ocultaba información.


Ahora usted podrá entender la reacción de Elizabeth hacia estos fiscales que la confrontaron con la realidad y la verdad. Es tal el trastorno paranoide de la madre de Juliana que hasta exige sanciones a estos funcionarios que no se dejaron manipular con el papel de víctima que todos los días esta señora presenta, siendo "cansona" y hasta insoportable con el único discurso que tiene, pasando de la ridiculez a la vulgaridad.


Por su puesto, hubo una excepción, únicamente la fiscal Mayra Soria se prestó a ser el juguete feminista del pseudo Asambleísta Campoverde y el paño de lágrimas de "cocodrilo" de Elizabeth Rodríguez.


A tal punto llegó el acuerdo entre Soria, Rodríguez y Campoverde que públicamente esta fiscal ofreció cerrar el caso (degradando el trabajo de sus 10 colegas anteriores) y no tuvo reparo en meter a la cárcel a un inocente (porque nunca pudo comprobar responsabilidad de una supuesta muerte) utilizando tácticas degradantes como la amenaza, la persecución, violencia mediática y todas la maneras de ir contra de los derechos humanos con tal de autoincriminar a Jonathan Carrillo y acusarlo con leyes y argumentos que no existen en el Ecuador. Esta es una verdad que será publicada próximamente para que salga a la luz cuánto vale la palabra de una fiscal feminista.


¿Te has dado cuenta?

La verdad está saliendo a la luz. Sabías que a Juliana la llamaban July. Ese era el nombre que le gustaba. No te dejes manipular por gente frustrada que vive victimizándose y culpando a otros de sus errores y fracasos.


Sin duda lo que hace la madre de July degrada a las mujeres que no asumen sus decisiones, y aquellas mujeres que nos hemos empoderado del potencial que tenemos, luchamos cada día enfrentando los retos de la vida con valentía, dignidad, pero sobre todo con clase, algo que tú mujer siempre debes tenerlo presente.


¿Por qué July no regresó a su casa? Ahora la respuesta es solo tuya


La historia no termina. Te invito a estar atento a nuestra próxima entrega: Juliana Campoverde al Desnudo - Parte 2: Sexo, Pudor y Lágrimas. 

 

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