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  • Foto del escritorHannah S.

Juliana Campoverde al Desnudo Parte 2: Sexo, Pudor y Lágrimas


Escribo este artículo para exponer lo que muchos se niegan a contar. Todo esto para que puedas distinguir entre los hechos y las opiniones, para que haya reflexión, cuestionamiento, preguntas, pero sobre todo para generar un análisis y auténtica conciencia de los abusos judiciales, políticos y mediáticos en el Ecuador.

En el caso de Juliana Campoverde muchos detalles se desconocen y sin embargo, hay gente que levanta su índice acusador sin contar con elementos que apoyen su posición. Carl Jung manifestó: “Pensar es difícil por eso es que la mayoría de la gente prefiere juzgar”.


Recuerde querido lector, estamos presentando la verdad al desnudo y para esto es necesario establecer ciertos parámetros, conductas y hábitos que nos permitan visualizar y analizar el panorama completo de un caso lleno de injusticia, vicios legales y mala práctica profesional para que usted mismo pueda responder a la pregunta: ¿Dónde está Juliana?


La parte 1 de esta serie ha sido expuesta y en esta segunda parte la historia continúa. Pongo en tus manos la verdad que nunca se contó o que no la sabías… ¡hasta ahora!


CAPITULO I: SEXO

Sexo: Actividad sexual (Real Academia de la lengua)

El sexo es uno de los factores más sublimes que el ser humano tiene a su alcance para sentir placer, satisfacción y felicidad. Te unes al ser amado con total entrega, sin reproches, sin tabúes, sin vergüenza.


Tú y yo nos encontramos en este planeta por el sexo, en donde la atracción, la excitación, las caricias, la fricción y la fusión de dos personas que hacen el amor despliegan una chispa divina de satisfacción impregnada con la energía del alma gemela.


Pero ¿Qué pasa cuando el sexo es egoísta?, ¿Qué sucede cuando el deseo es egocéntrico?, ¿Cuáles son las consecuencias de tener sexo por conveniencia o desilusión?


Hay un sin número de estudios y los expertos ya han manifestado los efectos al respecto: suicidios, enfermedades incurables, problemas psiquiátricos, depresión profunda, en fin una serie de consecuencias que marcan el corazón y ligan a las personas a mantener rencores y recuerdos que desestabilizan sus mentes.


¿Acaso esta es una de las razones por las cuales Juliana no regresó a casa?


De seguro esta pregunta a muchos las puede escandalizar, o les puede ser indiferente, o tal vez las puede llevar a la negación de la realidad como a su madre (Elizabeth Rodríguez) cuando los investigadores la indagaron acerca de las múltiples parejas que Juliana mantuvo.


Así es, las investigaciones arrojaron algunos detalles de los hombres que pasaron por su vida y que fueron parejas sexuales de Juliana. No olvidemos que este caso se investigó por 6 años y por más de 10 fiscales.


Por su puesto la distorsión de la realidad que mantiene Elizabeth Rodríguez, madre de Juliana, hace que la pongan en un altar, con placa, velas y todo el asunto, y de seguro que si aparece con hijos o embarazada dirán que fue obra y gracia de lo Divino.


¿Ver para creer o creer para ver?

Bueno, es de dominio público que Juliana se decía ser cristiana. Ella asistió a un campamento en donde se reunieron más de 500 jóvenes y todos quienes la acompañaron la vieron pasar cuando se hizo un llamado a aquellas personas que necesitaban fuerza emocional por sentirse vacías e insatisfechas por llevar una vida sexual desordenada y libertina.


Todos quienes realmente la conocían, sabían que era una chica normal con inquietudes, emociones, inseguridades e impulsos. En esta área Juliana buscó respuestas y las encontró a su manera; primero porque su madre nunca estaba presente y tampoco era de gran ayuda, y segundo su padre simplemente la había abandonado y no contaba con él para nada, lo que la obligó a experimentar y cometer grandes errores que se vieron reflejados posteriormente.


Estamos en un mundo donde el principio causa-efecto es evidente y tangible en cualquier ámbito, por lo tanto, quisiera plantear esta pregunta: ¿tuvo algún efecto los hábitos y errores que cometió Juliana en el ámbito sexual? Por supuesto que sí, acompáñeme al siguiente capítulo y no deje que la distorsión de la realidad opaque a la verdad.


CAPITULO II: PUDOR

Honestidad, modestia, recato (Real Academia de la lengua)


Era el inicio de clases en el colegio Sagrado Corazones, en Quito. Las estudiantes estaban felices por su reencuentro luego de dos meses de vacaciones. De pronto, las chicas identificaron que en el grupo de “Ciencias” (hoy 1ro BGU) había una muchacha de rostro nuevo.


Aquella chica era Juliana Campoverde y decidió dejar su antiguo colegio (UERS) para encontrar una mejor educación. Las razones de su salida parecían obvias, sin embargo, sus compañeras poco a poco fueron descubriendo una serie de secretos y verdades de la misma boca de Juliana.


¿Qué es lo que descubrieron? ¿Qué secretos guardaba Juliana? ¿Acaso Juliana tenía una doble vida?


Una vez que entró en confianza la caja de pandora se abrió. Juliana se cambió de colegio porque las autoridades del colegio UERS descubrieron la relación amorosa que tenía con su profesor de inglés, un tal Patricio Vasco.


La razón de esta relación era sencilla: buscar ciertas preferencias académicas y aprovechar los pocos regalos que un maestro de colegio le podía ofrecer.


A los dos les dieron la oportunidad de salir de la Institución manejando un perfil bajo para que la imagen del colegio no se vea afectada.


Al parecer la historia de los padres Juliana, Elizabeth Rodríguez y Absalón Campoverde, se volvía a repetir. La alumna que seduce al maestro o el maestro que se enamora de la alumna, es cuestión de perspectivas, pero al final ambos son cómplices cuando mutuamente obtienen beneficios y dan rienda suelta a los impulsos sexuales.


A Juliana siempre le gustaron los hombres mucho mayores a ella (generalmente para saciar ciertas necesidades materiales) y esa es la espina que ha atormentado siempre a su madre porque nunca tuvo la capacidad y los argumentos para guiarla, y por los antecedentes de esta señora, simplemente decidió ignorar el asunto.


Luego apareció un abogado en la vida de Juliana, un tal Claudio Yandún. La relación no duró mucho, pero a sus amigas les encantaba escuchar las anécdotas de cómo Juliana lo hacía entrar a su casa por la ventana cuando todos dormían.


Sin duda esto es algo que puede resultar cómico y a la vez ridículo, pero así se van desarrollando hábitos y cuando la inmadurez y la adrenalina se combinan cualquier cosa puede resultar. Estas son las circunstancias con las cuales Juliana jugaba y aprendió vivir.


Los regalos que Juliana recibía del abogado los mostraba con orgullo a sus amigas: el celular de moda, ropa, zapatos y otros detalles que sostenían la relación. Las visitas nocturnas de Yandún luego fueron acompañadas con el aroma del alcohol y como ya no le podía ofrecer algo más, para Juliana era momento de empezar una nueva aventura.


Aunque para sus amigas estas relaciones con hombres mayores les era indiferente, pronto se dieron cuenta que mientras ellas dependían de sus padres, Juliana aprendió a buscar y aceptar a cualquier hombre con tal que le supla lo que ella deseaba.


Así mismo, se dieron cuenta que Juliana nunca tomaba en serio una relación con chicos de su misma edad. Tenían amigos de otros colegios, salían y se divertían pero nunca entabló una verdadera relación, primero porque ella aparentaba más edad de la que tenía y segundo porque no la llenaban, no la satisfacían, no aprendía nada de ellos y no le podían dar las cosas materiales que estaba acostumbrada a recibir. Así lo comentaba con su círculo más íntimo.


Posteriormente apareció otro hombre mayor que conocía a Juliana hace bastante tiempo, Galo Jaramillo. Salieron un par de ocasiones y le dio lo necesario para que Juliana esté contenta. Las salidas concluyeron hasta que los detalles y regalos terminaron. Jaramillo la presionó de diferentes formas y maneras para que Julian formalice su relación, sin embrgo, para ella lo que este hombre le podía ofrecer se había terminado.

Este estilo de vida de regalos, sexo egoísta y por conveniencia, sin duda es un efecto de la ausencia paterna y del abandono maternal. Dicen los expertos que generalmente estas personas tienen traumas y vacíos internos que las hacen dependientes de un cariño superficial y correr altos riesgos y peligros.


De esto por ejemplo, cuentan sus amigas que un día se acercó un auto al grupo saliendo del colegio y un hombre treinta-añero las invitó a llevarlas. Nadie lo conocía pero Juliana fue la primera y única en atreverse a subir para “ir a dar un paseo”.


Las visitas de aquel tipo al colegio luego fueron más regulares y casi siempre la esperaba en la puerta trasera para no llamar la atención. Por su puesto ahora Juliana contaba con chofer propio y nuevas aventuras automovilísticas.


Secretos, aventuras y anécdotas hay muchas, pero aunque suene extraño Juliana nunca dejó de asistir a la iglesia cristiana y en medio de sus errores y decisiones mal atinadas nunca faltó a un repaso musical y por su puesto nadie en la iglesia conocía la doble vida que llevaba.


Esta regularidad y la experiencia que había ganado con sus relaciones y vivencias, la ayudaron para ser una buena consejera de sus amigas y conocidos, aunque luego ellas notaron que no era tan buena para ayudarse así misma con sus conflictos personales y problemas familiares.


De igual manera, sus amigas sabían que asistía y cantaba en una iglesia y aunque no les gustaba el doble discurso que tenía (porque sus acciones así lo demostraban) nunca la juzgaron, porque se dieron cuenta que el canto era lo único que la hacía sentir bien, olvidar todos sus males y espantar los “demonios” que la perseguían.


Pronto pasó el tiempo y los días de colegiala terminaban y aunque Juliana no fue la mejor alumna de su clase, la eligieron para que presente el discurso de graduación.


Con este pretexto Juliana rogó a su familia para que estén presentes y suplicó a su madre para que ese día la acompañe. Conociendo la poca relación que Juliana tenía con su padre, sus amigas se encargaron de llamar a Absalón Campoverde, para que también asista, pero la repuesta que recibieron fue que no le interesaba porque Juliana NO era su hija.


Paradójicamente, por Juliana este tipo fue asambleísta y ahora es gobernador de un pequeño pueblo del cual es originario, Zamora, y aunque no tiene la preparación académica para estos cargos ocupa un puesto político que solo ha servido para vivir del Estado, manipular a la fiscal Mayra Soria y presionar a los jueces.


Este estilo de vida egoísta, sexo por conveniencia y el abandono que Juliana constantemente vivía ¿tuvo otras afectaciones?


Por supuesto que sí. Un sentimiento de soledad profunda y vacío interior se fue haciendo cada vez más fuerte. Cuentan sus amigas que poco a poco, Juliana fue agregando a su círculo social personas que eran falsificadores de documentos y consumidores de sustancias sujetas a fiscalización. Mencionan ellas: Cuando estaba feliz generalmente era porque se había pegado unas cuantas fumadas.”


Este comportamiento fue degradando sus más profundos sentimientos y si agregamos los excesivos problemas familiares, Juliana llegó a un punto de amargura y de presión extrema.


¿Qué hizo su familia al respecto?

Respondo: Absolutamente nada, nunca se preocuparon por ella. La distorsión de la realidad de Elizabeth Rodríguez la hacían ver como una hija “centrada” y su indiferencia e ignorancia ante estas circunstancias cegaron el caos y todos los problemas muy serios que Juliana atravesaba.


¿Cuáles fueron las consecuencias?

Acompáñeme al final de este análisis para concluir el cuadro completo de esta verdad al desnudo y descubra las consecuencias y el camino que Juliana eligió.


CAPITULO III: LAGRIMAS

Llorar con intensidad. Pesadumbres, adversidades, dolores (Real Academia de la lengua)

  • Noviembre 2011.

El cielo estaba completamente azul, el sol reflejaba majestuoso sus rayos y el aroma a aire fresco era excepcional. Los invitados con sus mejores galas llegaban y la ceremonia estaba a punto de empezar. Aunque también invitaron a su familia, como siempre Juliana llegaba sola, nadie de su familia la acompañó. Vestía un bonito vestido rojo y poco maquillaje como era de su costumbre. Hace 3 meses Juliana había cumplido 18 años y ahora se sentía toda una mujer.


Conversó unos minutos con un buen amigo, pero sus ojos irradiaban tristeza, su corazón pedía auxilio, su alma estaba apagada y sus pensamientos confirmaban su desesperación.


El programa inició y todo estuvo espléndido, aunque Juliana sonreía, en su interior estaba destrozada. La música se encendió, la pista de baile estaba llena, los invitados con sus mejores movimientos expresaban su alegría. Sin embargo, aunque la invitaron a bailar, ese día Juliana se negó a engañarse a sí misma, ese día no bailó.


Así aparecieron sus primeras lágrimas de una depresión profunda y de un vacío infinito que la atormentaba.


Diciembre 2011.

Las cosas en la vida de Juliana no habían cambiado: serios problemas familiares, abandono y hábitos dañinos la mantenían desorientada. Quienes la conocen aseguran que en ese tiempo su semblante estaba apagado.


Para contrarrestar esta crisis existencial, Juliana entró en una relación que solo trajo insatisfacción con un tal Fabián Mendoza, un tipo que se dice llamar ingeniero en sonido, pero como es obvio ni siquiera existen registros de su título en la SENESCYT.


Como lo habrás deducido este también es un hombre mucho mayor a Juliana, pero en ese tiempo ella ya tenía más de 18 años, por lo que no es necesario decir que ahora ya era responsable de sus actos y decisiones.


Facebook estaba de moda y Juliana aceptó la amistad de una cuenta que Jonathan Carrillo administraba y brindaba consejos a muchas personas en esta red social. Allí ella pudo encontrar varias respuestas a sus inquietudes. Una aparente estabilidad la ayudó a organizar su vida, sin embargo, nunca pudo salir del hoyo de depresión que se hacía cada vez más grande.


Y aunque Juliana fingía, engañaba a otros y se engañaba a sí misma, las lágrimas que derramaba eran verdaderas y eran simplemente el sinónimo de la angustia y la frustración.


Abro u paréntesis porque este es un punto clave para el análisis: cuando Juliana no aparecía, Fabián Mendoza con la complicidad de Elizabeth Rodríguez recuperaron la cuenta de Facebook de Juliana sin ninguna orden judicial. Revisaron sus chats y no solo eso, manipularon el chat que Juliana mantenía cuando recibía consejos. Borraron varios mensajes tratando de descontextualizar las conversaciones.


La Fiscalía investigó de inicio a fin este chat y aunque las conversaciones estaban manipuladas nunca encontraron nada que vaya en contra de la integridad o de la vida de Juliana. ¡NUNCA HUBO EXTORSIÓN!


El resultado de la ignorancia de Mendoza y de la madre de Juliana se puede resumir en dos puntos: Primero, sin una orden judicial se perdió la integridad de esta información y se invalidó por estar fuera de la cadena de custodia de las autoridades. Segundo, perdió la gran oportunidad de localizar a Juliana si en algún momento ella se conectaba nuevamente a su cuenta.


¿Por qué Elizabeth Rodríguez se entrometía y entorpecía las investigaciones? ¿Cuál fue el interés de manipular este chat?


Estas son las respuestas que únicamente Elizabeth Rodríguez conoce y nunca la dejarán dormir, porque si alguien impedía que las autoridades sean objetivas y claras en sus investigaciones era la propia madre de Juliana.


Lo descrito anteriormente el mismo Fabián Mendoza lo declaró ante los jueces. Con rodillas temblorosas se sentó ante el tribunal. Sus primeras palabras fueron acompañadas con un leve tartamudeo. Encorvado buscaba las palabras de su limitado diccionario. Sus manos no dejaban de temblar y la yema de sus dedos golpeaba incesantes la mesa que tenía en frente. Y aunque se levantó con una sonrisa cuando terminó sus testimonio, su ignorancia le impidió darse cuenta que sus palabras y transpiración lo hicieron ver como el tonto inútil que utilizó Elizabeth Rodríguez para entorpecer las investigaciones y desconocer el paradero de Juliana hasta el día de hoy.

  • Enero 2012.

En esos días Juliana recordaba con tanta claridad que los engaños, el maltrato y los abusos familiares fueron sus compañeros inseparables desde su concepción.


Y no solo eso, sino que también recordaba cómo su padre, Absalón Campoverde, abusó y maltrató a su madre. Tenía en su corazón una espada que la atravesaba cuando recordaba cómo su hermano Ronny la acosaba cuando se bañaba. Se veía a sí misma como una sirvienta cuando sus tías la dejaban sin fin de semana porque tenía que cuidar a sus primos.


Pero sobre todo lo que más lastimaba as Juliana era recordar que cuando era una niña y una adolecente, su madre, Elizabeth Rodríguez, se practicó varios abortos por las múltiples parejas que también mantenía.


Sus lágrimas ya no solo eran de desilusión sino también de desesperación por aquellos inocentes que fueron asesinados por su madre.


  • Febrero 2012.

Ahora Juliana tenía más problemas y responsabilidades que afrontar: un negocio que administrar (obligado por su madre), una universidad por pagar (porque NO contaba con el apoyo económico de sus padres). A más de todo esto un hermano desviado y drogadicto, un padrastro inútil, una madre esquizofrénica y paranoica, un padre irresponsable y distante, y por su puesto una vida de engaño que la desorientaban y la hacían cometer errores cada vez más tangibles.


Ante todas estas pesadumbres solamente la fe que profesaba Juliana la mantenía a flote: los mensajes (predicas) renovaban sus fuerzas, la música y el canto la hacían nuevamente revivir, pero lamentablemente todo aquello muy pronto iba a cambiar…

  • Junio 2012.

Los ojos de Juliana estaban completamente llenos de lágrimas. Las primeras gotas derramadas golpeaban la mesa en donde su madre comunicaba a los pastores su decisión de abandonar la iglesia, el lugar en donde Juliana encontraba refugio y estabilidad emocional contra todos sus males.


A lo lejos miraba aquel micrófono que la acompañó por mucho tiempo; su mirada estaba perdida y fueron esas gotas de lágrimas las que la impulsaron a tomar la decisión que más esperaba en su vida.


Pasaron unos días y Juliana se dio cuenta que ya no tenía ningún compromiso eclesiástico que la pueda detener. Ella ya era toda una mujer, mayor de edad, y estaba dispuesta hacer lo que siempre deseó porque ya no tenía nada que perder.


Su táctica del engaño para guardar las apariencias continuaron (sobre todo con Mendoza) y con su familia para no levantar sospechas. Y finalmente un 7 de julio del año 2012, Juliana decidió despojarse de todo el peso que la oprimía y eligió nunca más regresar a la casa de su madre.


CAPITULO IV: ¿DÓNDE ESTÁ JULIANA?


Varias personas vieron a Juliana la noche del 7 de Julio en la populosa Av. Ajaví en el sur de Quito. Pero solo un muchacho de nombre José Castillo tuvo el valor de llamar a su madre cuando la buscaba. José fue amigo de Juliana en el colegio UERS y la conocía muy bien, a tal punto que esa noche saludaron y viéndola en compañía con un tipo que vestía como un rapero, simplemente decidió despedirse. ¡NUNCA HUBO SECUESTRO!


Por su puesto, Elizabeth Rodríguez no le creyó y tampoco comunicó este gran detalle a las autoridades. ¿Por qué Elizabeth Rodríguez ocultó información de relevancia?


Posteriormente, varios testigos vieron a Juliana en lugares públicos como en el Quito Fest, en un bar en la zona rosa de Quito y caminando libremente por las calles de la ciudad.


Estos y otros detalles, en plena instrucción fiscal, la fiscal Mayra Soria se negó a investigar y puso trabas para tomar versiones claves como la de José Castillo, porque si lo hacía el caso que estaba armando se le iba al piso.


Así mismo las amenazas y amedrentaciones contra los testigos no faltaron, tanto así que la misma Elizabeth Rodríguez visitaba sus casas para atemorizarlos.


¿Por qué y cómo involucran a Jonathan Carrillo?

Porque ese 7 de julio en la mañana, Juliana y su madre se encontraron con Jonathan. Saludaron y se despidieron. Jonathan tenía una buena relación con los jóvenes de la iglesia y cuando lo requerían él siempre estaba presto a ayudarlos.


Recordemos que más de 10 fiscales investigaron este caso por 6 años y se dieron cuenta de los problemas familiares y de la doble vida que mantenía Juliana. Luego apareció la fiscal Mayra Soria y con la ayuda de la distorsión de la realidad de la madre de Juliana, deformó la historia, la hizo morbosa agregando un tinte religioso para que se venda en los medios y el resultado es el que la gente cree conocer.


¿Por qué la Fiscalía se puso a buscar a Juliana desenterrando perros con palas, picos y palos?

Fiscal Mayra Soria en el show de la DINASED sin resultados

Este es un error gravísimo que cometió la Fiscalía, tan grave que hasta el día de hoy no pueden dar respuesta y lo único que consiguió fue que los medios y las redes sociales difundan datos no verificados, y esta es la base para que este caso sea plagado de errores judiciales.


En palabras sencillas, la incapacidad y la falta de experiencia de la Fiscal Mayra Soria con el COIP (Código Orgánico Integral Penal) la hicieron cometer una mala práctica profesional al momento de gestionar una cooperación eficaz que puede traducirse en fraude procesal.


En este punto es importante señalar que justo cuando ninguna de las partes se encontraba presente, esto es: Fiscalía, abogados defensores y acusación particular; la DINASED supuestamente encontró unos huesos. Y recalco el "supuestamente" porque a la final todo este show nunca arrojó ningún resultado; NO existe ADN, NADA que corresponda a Juliana.


Todo esto únicamente sirvió para que la DINASED se lave las manos (porque ya estaban hartos de Elizabeth Rodríguez), para que la Fiscalía ya tenga un culpable (aunque todo esto lleve al ridículo judicial), para que aumente el dolor de los familiares de Juliana y para tener en la cárcel a Jonathan sin que puedan mostrar y probar su responsabilidad.


Por su puesto, ante este bochorno de la fiscal Soria las presiones políticas y mediáticas jugaron un papel importante para que esta pequeña fiscal (atemorizada por su incapacidad) reformule los cargos y aumente en su acusación la muerte, ¡Sin tener el cuerpo de Juliana o sus restos!


Además es importante puntualizar que en el Ecuador y en el mundo civilizado no se permite la autoincriminación, es decir, si una persona sale a la calle y se echa la culpa de un delito NO significa que sea culpable, sino más bien, es responsabilidad de las autoridades investigar hasta encontrar la verdad, caso contrario estamos hablando de un inocente que puede estar presionado, amenazado o inclusive puede estar encubriendo a otra persona que es realmente la responsable.


Nunca olvide que nadie puede declarar en contra de sí mismo sobre asuntos que puedan ocasionar su responsabilidad penal. ¡Es un derecho constitucional!


De esto hablaremos en nuestro próximo artículo: “Lo absurdo en carne y hueso”.


Si no hay cuerpo, ¿Por qué los jueces emitieron una sentencia de secuestro, extorsión con resultado muerte?

¡Por cobardes! Porque no les interesa hacer justicia y temen enfrentarse a la opinión pública. Lo único que quieren es mantener sus puestos aunque esto signifique violar a la misma justicia ecuatoriana.


¡Nunca hubo secuestro y extorsión! Así lo demuestran los hechos analizados en esta investigación. ¡No hay ni un testigo al respecto!


¡Nunca se demostró una muerte! El sentido común es simple: Si no hay agua no hay vida o, si no hay sol no hay calor. En este caso si NO hay la muerta NO hay muerte.

  • La gente se pregunta: ¿Dónde está Juliana?

  • Activistas sociales manifiestan: ¡Que aparezca la muerta o sus restos!

  • Elizabeth Rodríguez clama: ¡Devuélvanme a mi hija!

  • Los jueces ordenan: ¡Busquen a la supuesta muerta!

  • Las Redes Sociales tienen hashtags: # MiVidaPorEncontrarte, # DondeEstaJuliana, etc.

Pregunto: ¿Todo esto tiene lógica? ¿Esto es un show absurdo?, ¿Se han burlado de la justicia?


Respondo: Nada tiene lógica y las leyes ecuatorianas han sido pisoteadas por la Fiscalía y jueces corruptos que les duele aplicar integralmente el Código Penal o el COIP. Todo es un show que permitió la Fiscalía General con los jueces para confabular una sentencia absurda y anticipada.


  • ¿Por qué Juliana decidió no regresar a casa?

  • ¿Por qué Elizabeth Rodríguez ocultó detalles de relevancia a las autoridades?

  • ¿Dónde está Juliana?


Ya conoces la parte 1 y la parte 2 de esta verdad al desnudo. AHORA LA RESPUESTA ES SOLO TUYA.


 

EPÍLOGO

Cuando me enteré del caso de Juliana Campoverde, sabía que había muchas cosas en lo profundo, así como un iceberg que navega en el océano congelado.


Lamentablemente en el Ecuador y en Latinoamérica cuando una persona es procesada y se encuentra bajo la mira de los medios es “culpable hasta que se demuestre lo contrario”.


A los grupos feministas y de Derechos Humanos luchen con profesionalismo, con argumentos pero sobre todo con clase. Investiguen a profundidad y conozcan a ambas partes. ¿A caso los derechos humanos no son para todos? No porque publican en sus redes sociales ciertos eventos o porque salen a las calles con banderas y megáfonos tienen que hacer valer sus posturas, hay leyes que están sobre cualquier opinión y que se deben respetar y cumplir


A los feministas y activistas de Derechos Humanos les hago esta pregunta: ¿Por quiénes realmente luchan? ¿Quiénes son los que no tienen voz y necesitan auxilio? Por ejemplo: los niños que son despedazados o quemados en solución salina en el vientre de sus madres. ¿Quién lucha por estos niños que no pueden defenderse y que son culpables y sentenciados a muerte por sus propias madres?


Alzo mi voz para que se escuche fuerte y que sobre todo me escuche Elizabeth Rodríguez quien fue practicante de abortos e hipócritamente se engaña con una lucha que no es suya: ¡El asesinato y el femicidio empieza con el aborto!


La parte 1 y 2 de esta serie titulada “Juliana Campoverde al Desnudo” me ha convencido aún más que los medios masivos de comunicación corrompen la noticia a su medida bombardeando a la gente con información distorsionada e incompleta y que es ajustada a sus propios intereses. Son medios corruptos que nunca se han atrevido a conocer a la otra parte y peor aún se niegan a brindar el derecho a la réplica porque no se pueden ir en contra de su propia noticia.


El ataque y el odio a ciertas creencias religiosas no es nuevo, más aún si no se asume la responsabilidad de sus errores y no existe la cultura de la tolerancia y el respeto (como en el Ecuador). En realidad cuando atacan ofensivamente a la iglesia o a sus miembros (como lo hace abiertamente Elizabeth Rodríguez y quienes la apoyan) en el fondo lo están haciendo en contra de Dios, al que consideran su enemigo que les aguó la fiesta de la vida.


A mayor vacío interior, mayor actividad, es decir, la gente que se dedica al ataque, necesita fuertes dosis de compensaciones (odio, ingratitud, insultos, malos deseos, egoísmo) para evadir la sensación de frustración y fracaso. Es por eso que actúan así, disfrazados con una lucha o propósito sin darse cuenta que sus palabras y acciones delatan sus limitaciones.


Es por aquello que muchos preferimos ser objetivos y analizar una situación antes que emitir criterios a la ligera. Repito nuevamente la frase de Carl Jung que debe retumbar en aquellos que hablan por hablar: “Pensar es difícil por eso es que la mayoría de la gente prefiere juzgar”.


Cierro este capítulo y termino vizualizando a aquella muchacha de vestido rojo llevando en sus manos un hermoso arreglo floral y simplemente me gustaría decirte lo siguiente: “La amistad es para toda la vida, el amor es exigente, caprichoso, egoísta, está lleno de dudas, te invade la ansiedad, tienes que estar suplicando seguridad de que el otro te ame… La amistad es el paraíso, es eterno”.




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